Me hospedé allí de paso durante mi viaje y me encantó la conveniencia de tener el aeropuerto más cercano a solo 19 km de distancia. Además, la ubicación en la hermosa Playa Blanca era perfecta para relajarse y disfrutar de la playa.

Aunque mi tiempo en el hotel fue breve, no encontré ningún aspecto negativo durante mi estancia. Todo fue genial y sin inconvenientes.

Me encantó la atención personalizada y las opciones de tours ofrecidas en el hospedaje. La comida vegetariana fue deliciosa y la vista desde el balcón era increíble. El ambiente cálido y acogedor es algo que destaco. ¡Volveré!

Hicimos snorkel y vimos el plancton luminoso, ¡una experiencia fuera de serie! Las chicas nos trataron de 10, siempre con buena onda y la vista al mar desde la habitación era mágica.

Podría estar más cerca la movida nocturna para los fiesteros como nosotros. ¡Sería la guinda del pastel!